jueves, 24 de febrero de 2011

27 de febrero de 1989 - Crisis económica despierta al pueblo



Luego de 22 años los venezolanos recuerdan los hechos como si hubiesen ocurrido ayer

A lo largo del día 27  de febrero de 1989, la acción de un pueblo lleno de rabia y sin ganas de continuar en el desbalance económico que se vivía en todo el territorio nacional, sobrepasa los límites legales y generan una gran ola de descontrol social que se extendió más de veinticuatro horas.
Belisario Rodríguez, periodista, analista político, considera que el impulso de los venezolanos para alzar su voz de protesta se debe al “Paquetazo” anunciado por el presidente Carlos Andrés Pérez.
América Latina estaba marcada por tiempos en los que las deudas externas nacionales se habían agigantado, por ende, el Consejo de Washington y el Fondo Monetario Internacional lograron entrar en la visión política de la mayoría de gobernantes en países latinoamericanos, incluyendo a Venezuela, comentó el especialista.
Según el análisis que realizó María Laura Carpineta del libro El “Caracazo” de 1989 y la impunidad de los responsables - La medida adoptada por el presidente consistía en la liberación de las tasas de interés y el tipo de cambio. La elevación de los precios se encontraba en todos lados. Dueños de comercios acaparaban la mercancía.
 http://aquevedo.wordpress.com/2009/02/28/venezuela-el-caracazo-de-1989-y-la-impunidad-de-los responsables/
El alza de precios de los servicios públicos fue total, el de mayor énfasis fue el precio del combustible, haciendo que el costo del transporte se elevara en un cien por ciento.
Carlos Gutiérrez comentó: “El inicio de la manifestación popular fue en Guarenas, a las seis de la mañana. Los pasajeros no tenían intención de pagar las nuevas tarifas y los transportistas se negaban a evitar el alza en los precios lo cual produjo un paro de transporte”.
Este es un gobierno represor. El que se estaba iniciando con Pérez era uno democrático, que no utilizaba a las fuerzas públicas con contundencia como lo utiliza éste…”: General retirado, Fernando Ochoa.

La rabia del pueblo se manifestó en sus inicios con la quema de los colectivos y tiendas aledañas a la parada de la línea de autobuses Guarenas-Caracas. Poco tiempo después en el centro de Caracas comenzaron las protestas encabezadas por el movimiento estudiantil de los ochenta. En primer lugar tomaron el terminal de Nuevo Circo, alrededor de las 7:30 am como relata  María Laura Carpineta en su análisis.
4 de febrero 2011- Palabras de expertos
Anualmente se lleva a cabo la conmemoración de la Revuelta Social vivida a finales de la década de los ochenta y principios del noventa. Según declaraciones dadas por el presidente de la república, Hugo Chávez Frías, es necesaria realizar la exaltación anual sobre el movimiento que marca el comienzo de la revolución en Venezuela, relevante en el ámbito histórico del país.
“Lo del 27 y 28 de febrero fue la insurgencia de un pueblo explotado y masacrado. La revolución profunda de un pueblo que se cansó de ser vejado... ”, afirmó el mandatario nacional, considerando que estos dos días fueron los detonantes del Golpe de Estado que él encabezó en 1992.
Durante el acto conmemorativo transmitido en cadena nacional desde la ciudad de Valencia, el mandatario venezolano en compañía de miembros de su gobierno y cientos de afectos a su labor política enaltece los hechos del 4 de febrero de 1992 diciendo: “Si no hubiese ocurrido el 4 de febrero, nosotros no estaríamos acá…” y resalta a lo largo de su charla que la unidad entre los miembros del sistema revolucionario del país debe fortalecerse, con la finalidad de que pueda llegar a optar por un tercer periodo presidencial en las elecciones finales de 2012. 
Los testigos que aun viven y fueron participes de ese hecho histórico, recuerdan luego de veintidós años desde el momento en el que el pueblo decidió bajar de los cerros a defender sus derechos y el Decimonoveno aniversario del fallido golpe de Estado encabezado por el actual presidente de Venezuela.
“…Le pasaban por encima a los policías y a los cuerpos de los caídos por la balacera”: Auri Carrero, testigo de los hechos. 
En una entrevista publicada en el diario Últimas Noticas, voces especialistas reflexionan sobre lo que pasaría hoy día si el pueblo decide manifestarse una vez más. Manuel Felipe Sierra, analista político dice: “Si hoy se produjera un Caracazo hay que olvidarse de la cifra de muertos que todavía se están contando de 1989. Hoy la población venezolana sería masacrada masivamente y ocupada militarmente, porque ese es el esquema de Hugo Chávez. Las milicias tienen una ideología política bien forjada en estos tiempos…”.

Manuel Sierra, mantiene su postura advirtiendo que la rabia social desencadenada en 1989 ha llegado a incrementarse en los venezolanos. “Un país en llamas… Si hoy se suman todos los factores del país que están en ebullición, te das cuenta de que en Venezuela no hay un Caracazo, lo que hay es una rebelión social inconmensurable, los niveles de inflación están más altos que los dejados por Carlos Andrés Pérez, una devaluación monetaria ya aprobada, más desabastecimiento de alimentos, agravamiento de los problemas de servicios públicos, desbordamiento de la delincuencia… Hoy existe una conflictividad social multiplicada al infinito de lo que había en aquel momento”.

Para el ex ministro de Defensa y general retirado, Fernando Ochoa Antich, lo que ha evitado una conmoción extrema como la de 1989 es la habilidad que ha tenido el presidente Chávez en temas publicitarios para la implantación o reforma de medidas reglamentarias y argumenta: “Al jefe de Estado le sobra algo que a Pérez le faltó, sentido de la palabra. Al paquete económico le faltó publicidad, Carlos Andrés Pérez tuvo que saber vendérselo a la población como un hecho realmente necesario. Actualmente tenemos un gobierno que le dedica mucho tiempo a tratar de explicar sus medidas y convencer a la población de que el Gobierno no es el responsable”. 

Unas palabras dichas por el presidente Chávez en Valencia el viernes cuatro de febrero del presente año: “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados”, busca alentar a sus partidarios a pesar de que en varias ocasiones no se han concretado los planteamientos dichos por el mandatario, en temas de vivienda, salud, inseguridad, entre otros.

Tanto Sierra como Ochoa  consideran que si los problemas actuales del país llegasen a causar un nuevo levantamiento social, la acción gubernamental se duplicaría.  Este es un gobierno represor. El que se estaba iniciando con Pérez era uno democrático, que no utilizaba a las fuerzas públicas con contundencia como lo utiliza éste. Habría que recordar las represiones violentas en contra de los estallidos populares que se han dado en estos tiempos”, comenta el ex Ministro de Defensa considerando que este sería uno de los motivos que ha evitado que la gente se manifieste en una situación similar a la de 1989.

Natalia Sánchez, explica que no se trata de un cambio en el conocimiento de los venezolanos pues considera que aún continúan teniendo aspiraciones y su conciencia ha evolucionado en cuanto al empobrecimiento. Lo que en estos momentos hace falta según la visión de la socióloga es “lograr un proyecto político que le hable a todos, no sólo a los sectores A y B, sino que también convenza a los sectores populares, como en su momento lo hizo Carlos Andrés Pérez y años más tarde Chávez”.

Recuerdos en la sociedad


A tempranas horas del 27 de febrero cuando el señor Carlos Gutiérrez se dispone a cumplir con su horario de trabajo, notó en las calles una gran ausencia de vehículos así como también comenta que se asombró de la cantidad de basura regada a lo largo de las calles. Él trabajaba en ese entonces en Los Cortijos, Este de Caracas.
Pasado el mediodía, despachan a todos los trabajadores para que se dirijan a sus hogares a resguardarse por la revuelta que ya había iniciado. El señor Carlos comenta que el clima en la ciudad estaba totalmente tenso, sin embargo, solo se apreciaba una gran masa de personas caminando en diversas direcciones por el paro de transporte que ya se había establecido.
 La señora Auri Carrero, también trabajaba en el Este de la capital, con exactitud en las cercanías de la actual estación Miranda, y comenta que trabajaba en una oficina encerrada sin visibilidad a la calle y no llegó a notar la movilización de las masas hasta que su esposo Carlos Gutiérrez la llamó pidiéndole con desesperación que bajara para que se fueran a casa.
En el carro del señor Carlos, Auri decide dirigirse a la universidad a pesar de lo que estaba ocurriendo en Caracas, pues le parecía imposible la idea de no presentar un parcial que tenía pautado en la Universidad Central de Venezuela. Camino a su casa de estudios, la conmoción social aumentaba a medida que  se acercaban a la zona Central de la capital. Al llegar a Plaza Venezuela se les hace imposible avanzar, fueron ahuyentados por numerosos disparos.  Estaban en medio de aquel hecho histórico.  
Esta pareja de casados, vive desde aquella fecha en la parroquia El Recreo, sector Pinto Salinas, en una residencia privada que recibe el nombre de “El Cortijo de Ávila” la cual para 1989 contaba con el respaldo de la Policía Metropolitana, quienes se ubican al lado de la residencia, eran llamados los “Pantaneros” por su ardua labor en el desmantelamiento de bandas en los barrios.
Al llegar a la Av. Andrés Bello, apreciaron la actitud totalmente descontrolada de los habitantes de las barriadas cercanas, resaltando el saqueo que estaban realizando las personas a centros de comercialización ubicados en la zona, de los cuales sacaban cocinas, neveras, cajas de licores, bolsas gigantes de comida e infinidades de artículos, asegura la pareja resaltando: “Las subían al cerro cargadas en el lomo”.
La experiencia vivida por los venezolanos el 27 de febrero de 1989 era una exorbitante ola de violencia que no hacía caso a la sangre que hubiese que derramar, estaban ciegos de ira, la señora Auri resalta: “Eso fue horrible, lo que más recuerdo es el sonar de las voces de las personas que venían del cerro, y de los disparos proporcionados por los pantaneros en el sector Pinto Salinas, la  gente no le hacía caso a eso y seguían bajando. Le pasaban por encima a los policías y a los cuerpos de los caídos por la balacera”.
Luego de la conmoción se decreta el llamado “Toque de Queda” en el cual se suponía nadie debía salir de sus hogares pues los cuerpos de seguridad estaban autorizados a disparar contra cualquiera que no desempeñara alguna labor social, como es el caso de enfermeros y doctores. La señora Auri insiste: “La gente estaba descontrolada no le hacía caso a nada, continuaban saqueando y destruyendo los comercios”.
“Nadie se lo esperaba a pesar del clima de desconcierto que se estaba viviendo en el país. Fue inesperado. Cuando todo se calmó, retiran el ‘Toque de Queda’ pudimos salir a comprar comida pero en el Este, en un comercio que se llamaba Pide y Pague,  uno de los pocos que no fueron saqueados a plenitud, pudimos encontrar alimentos”, declara el señor Carlos.